La pequeña empresa también está comprendida en el plan Obama de estímulo
El espíritu emprendedor de los estadounidenses puesto a prueba
El presidente Obama presentó en el Senado una copia de su presupuesto con el que se propone recuperar la economía norteamericana. Mejorar la salud, invertir en nueva energía y educación entre otras cosas a ejecutar para lograr la recuperación, puede significar la enorme cifra de 3.6 trillones de dólares al fisco si se aprueba tal como está.
La astronómica cifra expresada en trillones, nos obligó a ir al diccionario para ver su exacto significado. Parecía algo simple pero para un lego en la materia, es algo complicado. En el diccionario tradicional de papel Merrian
Webster encontramos que un trillion (en inglés) significa 100 billions (en inglés). Y cada billion significa 1000 millions (en inglés), así que saque cada uno la cuenta para calcular cuantos ceros tiene cada trillion norteamericano. Y el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española nos dice que cada trillón español tiene 18 ceros, pero cuidado, si se tratara de trillones ingleses, los ceros aumentarían aun más. Por tantos ceros mejor dejamos el asunto de los trillones ahí para no marearnos.
Volvemos al meollo del asunto el cual tratábamos y veamos más bien ¿qué puede significar el plan Obama para nuestros países subdesarrollados? Pues ante la abrupta caída, se espera que los norteamericanos en general, acudan aun más al negocio electrónico. La pequeña empresa también tiene su parte en el Plan de Estímulo: entre otras cosas nuevo crédito de inversión y nuevo rol de pago de
impuestos, y ya están funcionando por doquier los seminarios y webinars para dar a conocer estos cambios. De modo que todos debemos ir preparándonos para hacer buenos negocios con ellos. Ya por lo pronto mucha gente de la tercera edad en el pais del norte, está volviendo a trabajar y está en observación la tercerización (outsourcing) por la que muchas fábricas encargaban parte de su producción a empresas del exterior. Son signos que hay que tener en cuenta para trazar nuestro
futuro de lo contrario ellos nos bombadearan con sus productos mientras nosotros seguiremos vediéndoles solamente materia prima.
Parafraseando al comentarista Daniel Politi de la revista electrónica
Slate, ha terminado la época del reaganomics que venía aplicándose a la economía desde 1982, pero no estamos muy seguros si ya empezó la época de la obamanía. Habrá que esperar unos años para ver si Obama tiene éxito y da fin al neo-liberalismo y empieza el neo-nacionalismo, aunque habría que buscar una nueva palabreja que reemplace a "neo" pues este prefijo ya se está quedando un poco anticuado, creo.
Lo cierto es que se da fin al estímulo a las empresas privadas y se ensaya el estímulo a la clase trabajadora. ¿Y de dónde saldrá el dinero? Pues una parte sale de mayores cargas tributarias a los ricos que desde ya se están considerando como los mayores perdedores en esta nueva política. Pero en general, los impuestos no entrarán en efecto hasta el próximo año, la mayor carga, según dicen, la soportará el 5% de los principales contribuyentes.
Naturalmente que el plan de Obama no es compartido por el cien por ciento de la población norteamericana, de hecho ya los republicanos se buscaron un gallito de los kilates de Obama para que responda a los demócratas. Se trata de Bobby Jindal, hijo de inmigrantes hindúes y muy inteligente, tanto que ya se vislumbra como el futuro contrincante de Obama. Jindal se encargó de hablar por los republicanos para criticar el plan. Dicen los republicanos lo de siempre, que el plan producirá un
gran déficit y que habrá que pagar con más impuestos y los resultados no están garantizados.
A los republicanos habrá que hacerles recordar que fue Ronald Reagan quien empezó la era del neo-liberalismo: "la empresa privada se convertía en la locomotora que jalaba a la economía del país". Pero fue tan liberal que las empresas norteamericanas para ganar más plata sin trabajar mucho empezaron a importar productos y re-envasarlos para re-exportarlos. Al final ganaron los hindúes y chinos, perdieron los industriales norteamericanos. Tanto han caído que empresas
emblemáticas como las tres grandes corporaciones del automóvil, creadores de la producción en serie (ensamblaje) hace 90 años y orgullo nacional, ahora estiran la mano al gobierno en pos de ayuda para poder seguir trabajando.
VIDEO EN VIMEO
La crisis del crédito
(en inglés) dibujos animados
por Jonathan Jarvis -
durac. 11:15 min.
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